
El jengibre, aunque es originario de alguna zona tropical de Extremo Oriente, el cultivo de este tubérculo se ha extendido a casi todas las regiones tropicales del mundo. Este tallo subterráneo, de sabor picante y alimonado, no es sólo protagonista de la cocina asiática sino que también se le atribuyen múltiples virtudes por su riqueza en aceites volátiles y grandes beneficios para la salud.